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Un año después… o antes…

Un año después del terremoto. Especiales de prensa por montones, imágenes de la tragedia repetidas hasta el infinito, gente llorando, gente robando, gente que lo ha perdido todo, casas destrozadas, calles llenas de escombros, barcos y botes en la mitad de las plazas…

Multipliquen esto por unos 10 elevado a 76 para hacerse la idea de lo que transmitió la televisión abierta chilena durante gran parte del sábado y todo el día domingo, con viligia incluida para esperar el momento exacto del terremoto, las 3:34 de la madrugada. Y sí, estoy segura de que mucha gente hizo maratón de lloriqueos catárticos y morbo, para quedar con los ojos como conejo y la moral por el suelo aquellos que, como yo, vivimos el drama de lejos (porque aquellos que lo han vivido realmente no necesitan de especiales de prensa para angustiarse y solidarizar con el resto).

Yo, al igual que para cada Teletón, decidí ignorarlo olímpicamente y, en cambio, hice una maratón de Doctor Who (terminé la cuarta temporada!!!).

Créditos de la imagen aquí.


Y aquí debo hacer una confesión: hace tiempo que no me enganchaba tanto con una serie y especialmente con un personaje como ahora me enganché con el Doctor. Un personaje que, como pocos, ha sido creado a lo largo de las décadas y que va mucho más allá de los actores que lo han interpretado*.

Me gusta porque creo que está muy bien tratado el tema de la dualidad y cómo alguien puede ser, al mismo tiempo sabio y niño a la vez, maravilloso y terrible, regalarte los mejores y peores momentos de tu vida, luz y oscuridad. Porque todos somos así, todos somos ese embutido de ángel y demonio y “dar lo mejor de sí mismo” no siempre significa hacerle bien a otro…


*Aunque no pueda evitar una particular debilidad por David Tennant n_n

Bienvenidos

Bienvenidos a mi nuevo cuchitril donde encontrarán reclamos contra el mundo, voladas y análisis poco serio de lo que pasa en Chile y el resto del mundo desde los ojos de una marciana.

Me interesa hablar sobre todo menos sobre mí misma, así que en este blog probablemente no encontrarán largas diatribas sobre el (des)amor, lamentos o entradas depresivas referidas directamente a cualquier hecho de mi vida. Lamento decepcionarles, pero tampoco encontrarán detalles escabrosos sobre mí, así que (si les interesa) tendrán que averiguarlos en base a lo que escribe, describa y deje de escribir.

Si quieren saber más sobre mí hay una pequeña descripción arriba del título del blog (si quieren saber más o ayudar a completar esa descripción, hágalo en los comentarios).

Si es primera vez que me lee le recomiendo que se dé una vuelta por mi blog anterior Artilugios y se haga una idea de qué es lo que le espera si sigue leyendo este.

Hechas las presentaciones del caso, se levanta el telón.